El arándano es un fruto muy apreciado por distintos mercados en el mundo. En el Perú su producción ha ido en aumento en los últimos años.
Es susceptible a varias enfermedades, entre ellas la pudrición de raíces ocasionada por Phytophthora cinnamomi. Identificar y controlar esta enfermedad es crucial para proteger tu cultivo y asegurar una cosecha saludable ya que es una de las principales causas de muertes de plantas.
En este artículo, exploraremos las estrategias de manejo integrado que te ayudarán a mantener tus arándanos libres de Phytophthora y a mejorar la salud de tus cultivos.
¿Cuáles son las características de Phytophthora cinnamomi ?
Este patógeno es un pseudohongo de la familia Phytiaceae, descendiente de las algas amarillas. Su estructura de dispersión consiste en esporas flageladas: zooesporas la cual no presenta pared celular y responde positivamente a los exudados radiculares
Otras estructuras como las clamidosporas y oosporas pueden permanecer viables por hasta 6 años en ausencia de hospedantes.
Condiciones favorables para su desarrollo:
- Requieren suelos cálidos y húmedos para su infección. Con temperaturas óptimas de 21 a 30°C
- pH del suelo óptimo es de 6.5
- Necesitan agua libre para sobrevivir y reproducirse
- Los suelos pesados y las inundaciones favorecen la enfermedad, incrementan los niveles de inóculo ya que las zoosporas se liberan más fácilmente en el agua.
- Deficientes niveles de calcio, zinc y materia orgánica, representa una mayor susceptibilidad de la planta
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Síntomas en las plantas de arándano:
Esta enfermedad puede presentarse en cualquier estado de desarrollo, desde vivero hasta la plantación en campo:
- En vivero: se producen muerte de brotes, necrosis de la base de la estaca y falta de desarrollo radical.
- En campo los síntomas son clorosis y necrosis del borde de las hojas, follaje rojizo, defoliación, menor crecimiento y falta de vigor. Las plantas enfermas tienen mayor aborto floral y producen una fruta más pequeña y ácida. El sistema radical muestra necrosis parciales en las raíces secundarias que pueden progresar hasta dejarlas completamente negras. La corteza de la raíz se desprende con facilidad, exhibiendo un centro de tonalidades café oscuro.
Este patógeno afecta a la mayoría de las variedades de arándanos. Generalmente asociado a suelos húmedos, pesados y de mal drenaje.
Puede llegar a causar una muerte regresiva severa generando la muerte de la planta.
Ciclo de la enfermedad
Se puede transmitir desde plantas enfermas en vivero, el inóculo puede estar en el suelo de la plantación o incluso ser transportado por el agua de riego o inundaciones.
En condiciones frías invernan en forma de oospora, clamidospora o micelio en el suelo o en las raíces que ha infectado. En condiciones favorables forman zoosporas que pueden nadar y dirigirse al cuello de la planta. Si hay presencia de heridas es más fácil que la zoospora encuentre el huésped.
Los tejidos enfermos producen inóculo cuando son infectados, liberando nuevas zoosporas que nadarán en busca de un nuevo tejido susceptible.
Estrategias de manejo integrado
Esta enfermedad requiere un manejo integrado, donde se debe comenzar con medidas preventivas y prácticas culturales. Teniendo como principal medida preventiva el evitar la introducción del patógeno mediante semilla limpia y el empleo de suelos bien drenados.
Control cultural
La principal medida de control es evitar que el agua inunde el cuello de las plantas.
Esto se logra mediante:
- Plantar en camellones
- Controlar el exceso de agua de riego
- Evitar goteros que mojen el cuello de las plantas
- Buen drenaje.
Además, es importante evitar heridas causadas por insectos del suelo ya que favorecen la entrada del patógeno. (France, 2013)
El manejo en viveros se da mediante la siembra en camas elevadas. De esta forma se evita que el agua libre se ponga en contacto con las raíces de las plantas y se promueva el drenaje rápido.
La fumigación antes de la siembra puede ser eficaz, pero no llegan a las estructuras de conservación que pueden estar presentes en los áreas más profundas.
Control químico
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En el caso de que el patógeno ya se encuentre en el campo, se puede hacer uso de fungicidas. Entre los más empleados se encuentran productos basados en fosfonatos y compuestos de fenilamida.
Por ejemplo: metalaxil, mefenoxam o fosetil aluminio. Estos se emplean para tratar semillas y suelos o se aplican como inmersiones de trasplante o como aspersiones. (Agrios, 2005 ).
Control biológico
El uso de fungicidas puede generar problemas de resistencia así como el efecto negativo en el ambiente y salud. En busca de otras alternativas se ha reportado un efecto antagonista por parte de Trichoderma obteniendo mejores resultados con Trichoderma harzianum y T. viride.
El control sobre esta enfermedad varía de entre 37 a 100%. Se observa que la mayoría de especies de Trichoderma pueden producir antibioticos como la glioxina y viridina. En el caso de T. viride llega a destruir las hifas de algunas especies de Phytphthora (Mejía, 2018).
CONCLUSIÓN
Phytophthora cinnamomi es una de las principales causas de muerte en plantas de arándano, y su manejo efectivo es esencial para cualquier productor.
Al integrar medidas preventivas, como el uso de semillas limpias y suelos bien drenados, junto con prácticas culturales, control químico y biológico, puedes reducir significativamente la población del patógeno y su impacto. Recuerda, un manejo preventivo es siempre más eficaz que las medidas correctivas.
Protege tus arándanos y asegura una cosecha exitosa implementando estas estrategias integradas.
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Redactado por Edgar Huamán Director de Agromarketing Latam y Educagro
Fuente
- Agrios, G. N. (2005). Plant pathology. Elsevier.
- Mejía, K. D. (2018). Control de Phytophthora cinnamoni en el cultivo de arándano (Vaccinium corymbosum L.) cv. Biloxi con diferentes aislamientos de Trichoderma.
- France L, Andres (2013) Manejo de enfermedades en arandano [en línea]. Chillan: Boletin INIA – Instituto de Investigaciones Agropecuarias. no. 263.