MANEJO EFICAZ DEL ESTRÉS CALÓRICO EN EL GANADO

La productividad del ganado bovino se ve afectado por los factores climáticos de su entorno. Principalmente por la temperatura ambiental, la humedad relativa, la radiación solar  y la velocidad del viento, lo que en conjunto afectan su balance térmico.

Los bovinos son animales que pueden mantener su temperatura corporal relativamente constante ante los cambios de temperatura. Sin embargo, no siempre son capaces de mantener una temperatura adecuada al estar bajo estrés calórico.

Esto se ve reflejado en el bienestar animal y así en la producción. Por ello, es importante conocer cómo afecta en los bovinos de producción lechera, el manejo y formas de mitigar su impacto.

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¿Qué es el estrés calórico?

El estrés indica cualquier factor que actúe externa o internamente al que se es difícil de adaptar y que induce un aumento en el esfuerzo por parte del animal para mantener un estado de equilibrio dentro de él mismo y con su entorno. 

Se puede definir como todos aquellos factores ambientales que afectan el estado normal del bienestar animal.

En el ganado lechero las temperaturas óptimas van de entre 13 a 20 °C. Cuando las temperaturas varían entre 20 y 24°C el animal empieza a utilizar medios para disipar el calor corporal y a las temperaturas sobre 25°C  se encuentra en estrés por calor.

Se ha registrado que en condiciones de Cañete en Lima, las vaquillas y terneras llegan a pasar cerca de 10 a 5 horas diarias en condiciones de estrés calórico en épocas de verano (Ruiz, et al., 2017).

Impacto del estrés calórico en el bienestar Animal

– Efectos fisiológicos:

En los bovinos de leche, el estrés significa que el animal destinará los nutrientes ingeridos en mantener las funciones productivas, lo cual influye, directa o indirectamente, en su bienestar.

En vacas en estado de gestación, se ha observado que el estrés calórico está asociado con alteraciones a nivel del útero generando disminución del crecimiento fetal y un impacto negativo en las funciones endocrinas.

También, afecta indirectamente al crecimiento como consecuencia de no cubrir sus necesidades nutricionales al disminuir su alimentación en condiciones de estrés. Se ha observado que los terneros de origen tropical son más pequeños que los de origen templado.

Sin embargo, si los de origen templado nacen en clima tropical tienen un crecimiento más pequeño. (Roca, 2011).

– Efectos en el comportamiento animal

En condiciones tropicales y subtropicales, donde predominan altas temperaturas,  los rumiantes tienden a disminuir su actividad durante el día.

Se les observa pastorear después de la salida del sol, en el alba o en la noche. Las cuales son medidas de adaptación a las condiciones de estas regiones.  

Además, ante el estrés calórico la principal estrategia es la reducción voluntaria del consumo de materia seca. Esta reducción en la ingestión de alimento puede llegar hasta el 25%. Esta acción disminuye el calor que genera durante la fermentación rumial y la digestión. Ya que el animal cambia sus hábitos de pastoreo.

Disminuyéndolos y realizándolos en horas frescas, es importante suministrar un buen pasto para estas horas.

Así mismo, si el animal no encuentra una área de sombra se le observa buscar una posición vertical respecto al sol con la finalidad de recibir menor área de incidencia de radiación.

Ante condiciones de estrés calórico, se humedecen la superficie del cuerpo con su saliva o secreciones de su nariz. Esto puede generar acidosis rumial, por la pérdida de saliva.

Consecuencias en la productividad

– Reducción de la producción de leche

La vaca de producción lechera es particularmente sensible a un clima cálido. Ante la reducción en la ingestión de alimento como consecuencia del estrés, se produce una disminución en la producción de la leche. 

Se ha reportado  que la producción puede disminuir entre el 10 al 60%.

Por ejemplo, los rendimientos lácteos en vacas Holstein disminuyen entre 50 y 75% en temperaturas mayores a 26.5°C.  En cambio en el caso de vacas Jersey y Pardo Suizo esta disminución se da a temperaturas superiores a 29.5°C.

– Problemas reproductivos

Se ha observado que el estrés calórico afecta a la reproducción, resultando en ausencia de celo, disminución de las tasas de detección de celo, repetición de celo y pérdidas embrionarias.

Estos efectos se traducen negativamente en la tasa de natalidad incrementando el intervalo entre partos. De esta forma, la reproducción de vacas puede bajar de 75 a 100%  en la eficiencia reproductiva.

Los efectos más conocidos sobre la gestación son la disminución del peso del ternero al nacimiento, alteraciones en concentraciones hormonales y reducción en la producción de leche postparto (González, 2011).

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Estrategias de manejo del estrés calórico

– Mejoras en la infraestructura

Como medidas para mitigar los efectos del estrés se busca optimizar el confort  de las vacas mejorando los medios naturales. 

Una de las medidas más efectivas, económicas y sostenibles ambientalmente es proporcionar sombra natural. Esto se logra mediante el uso de árboles en los potreros en el modelo de ganadería silvopastoril.

Es importante tomar en cuenta que la cantidad de sombra recomendada para vacas lecheras es de 3,3 y 4,4 metros cuadrados por res.

Otras medidas de protección que se pueden tomar incluyen:

  • Adopción de sistemas de enfriamiento por medio de aspersores y Lo cual reduce efectivamente los incrementos de la temperatura corporal.
  • Empleo de ventilación forzada, esto usa normalmente complementando las aspersiones. Se calcula un flujo de aire de 28 metros cúbicos por vaca.
  • Hacer sitios de descanso con su respectiva sombra empleando materiales como madera, aluminio, teja o malla polisombra.

 

Estas medidas requieren de inversiones que dependerán del nivel de tecnología, nivel de producción, instalaciones ya existentes, raza, entre otros factores.

– Nutrición e hidratación:

Así mismo, es importante que se cuente con un adecuado bebedero y disponibilidad de agua. Se recomienda que en verano el bebedero permita que un 15% de vacas en un corral puedan beber agua.

Cuando no hay suficiente, genera un amontonamiento y si hay vacas dominantes no permiten que otras se acerquen cuando el agua es escasa. Por ello, es importante una adecuada disponibilidad en condiciones de altas temperaturas. (Roca, 2011).

El manejo nutricional también tiene un rol importante durante estados de estrés calórico. Se basa en la respuesta natural del ganado de reducir en forma voluntaria el consumo de alimento y así su calor metabólico.

Se recomienda lo siguiente:

  • Evitar el incremento de la temperatura en el agua de bebida
  • No interferir en los hábitos de consumo natural de forraje en las horas más frescas del día
  • Uso de suplementos alimenticios energéticos y proteicos, en el caso de la ganadería suplementada con granos.

 

– Selección de razas:

Otro factor importante que permite hacer frente a los efectos de las condiciones climáticas es la selección de la raza y sus cruces. Se recomienda buscar que sean adaptadas a las difíciles condiciones de calor.

Es por ello que en zonas de climas tropicales las más empleadas son las razas cebuinas y en menor proporción  las razas criollas.

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CONCLUSIÓN

El estrés calórico es un desafío significativo para la producción lechera, impactando tanto el bienestar de los animales como su productividad. Llega a afectar negativamente la ingesta de alimentos, la producción de leche y la salud reproductiva del ganado.

Implementar medidas de manejo adecuadas, como proporcionar sombra, mejorar la ventilación  y ajustar la nutrición, es crucial para mitigar estos efectos. Con una gestión eficaz y adaptaciones estratégicas, los productores pueden proteger a sus animales y asegurar una producción lechera sostenida y saludable.

Redactado por Edgar Huamán Director de Agromarketing Latam y Educagro

Fuente

  • Roca, J. (2011). Efecto del estrés calórico en el bienestar animal, una revisión en tiempo de cambio climático. Revista ESPAMCIENCIA ISSN 1390-8103, 2(1), 15-25.
  • Ruiz, L. F., Sandoval, R., Pizarro, J., & Carcelén, F. (2017). Severidad y duración del estrés calórico en terneras y vaquillas de las principales localidades de lechería intensiva del departamento de Lima, Perú. Revista de Investigaciones Veterinarias del Perú, 28(3), 505-513.
  • González, P. J. (2011). El estrés calórico en los bovinos. Zootecnista UN Espec. Producción.

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