Estrategias para mitigar el estrés térmico en aves
El entorno en el que se desarrollan las aves es uno de los principales factores de lo que depende el éxito o fracaso de la producción avícola.
Uno de los aspectos ambientales a considerar son las condiciones de temperatura, humedad relativa y movimiento del aire ya que afectan directamente la regulación de la temperatura del ave.
De esta forma, cuando ocurre una alteración de la capacidad de autorregulación y equilibrio del animal debido a la alta temperatura se considera un estrés térmico o estrés por calor.
¿Qué causa el estrés por calor en las aves?
Una de las principales diferencias de las aves frente a otras especies domésticas, es que son sensibles a las olas de calor debido a su cubierta de plumas y falta de glándulas sudoríparas.
Los pollos jóvenes tienen poca capacidad de regular su temperatura interna, por lo que requieren una temperatura aproximadamente de 30°C. Mientras van creciendo se sienten más cómodas a temperaturas de 20 °C. Por lo que la principal preocupación suele ser asegurarse de que no presenten exceso de calor.
La humedad influye en la capacidad de las aves para regular su temperatura. Además, va a depender de las características propias del galpón, como el número de aves alojadas. Se recomienda que la humedad se mantenga entre 50 a 70%.
Se ha observado que las condiciones polvorientas en un galpón están asociadas a una humedad menor a 50%.
Otro factor importante en el estrés calórico, es la ventilación. Cuando hay una deficiente ventilación se acumulan gases como amoniaco, dióxido de carbono y monóxido de carbono, los cuales pueden causar estrés y predisponen a enfermedades.
Además, genera el incremento de la temperatura y humedad en el galpón. (Núñez López. 2023)
Detecta el estrés por calor en tus aves: Respuestas en el comportamiento
Ante condiciones de estrés calórico, las aves buscan lugares frescos y adoptan posturas específicas como extremidades extendidas. También, dejan de moverse, jadean e incrementan su frecuencia respiratoria.
Las parvadas se vuelven inquietas y reducen el consumo de alimento para disminuir el calor que se produce al comer. De esta forma pueden señalarse los siguientes signos:
- El ave adopta posiciones estirando las alas o tendiéndose en la cama con las alas levantadas para favorecer el enfriamiento
- Respiración más rápida y profunda (jadeo)
- El plumaje puede mostrarse erizado
- Se incrementa el consumo de agua
- Se reduce el consumo de alimento, la digestión de alimentos puede incrementar el calor hasta en un 20%
- Se acuestan cerca de los bebederos o en zonas con mayor humedad
- Reducen su actividad
Estrés térmico: Consecuencias en la producción de pollos y gallinas
– En pollos de engorde
En este caso, las condiciones más favorables en la etapa de engorde, se encuentran entre los 20 y 25°C. Se ha registrado que las aves sometidas a condiciones de estrés, disminuyen su consumo de alimento.
Además, los alimentos consumidos no son digeridos con la misma eficiencia que cuando se encuentran en entornos óptimos. También, procesos como jadear y abrir las alas, en un intento para disminuir el calor, requieren un gasto de energía.
Estos efectos representan una mayor conversión alimenticia, lo cual significa que se requerirá una mayor cantidad de alimento para ganar peso. (Núñez López. 2023)
Es así que a temperaturas mayores a 32°C, el consumo de agua se duplica, disminuyendo el consumo de alimento concentrado de 1,0 a 1.5% por cada 1°C de aumento de temperatura, afectando la ganancia diaria de peso. Si la temperatura llega entre 38 a 40°C. y humedades relativas de 50 y 55% , la temperatura corporal puede llegar hasta 45 a 48°C y provocar la muerte por golpe de calor o estrés agudo.
– En gallinas ponedoras
Las gallinas ponedoras se mantienen en condiciones óptima a temperaturas de 21 a 25°C. La producción de huevos se ve afectada por factores genéticos y ambientales. Se ha visto que el estrés por calor puede disminuir hasta un 28 % su producción.
El peso del huevo disminuye con el aumento de la temperatura, en un promedio de 0.4 g cada °C de incremento a partir de 25°C y humedad relativa de 80%.
Además, la disminución de consumo de alimentos, entre ellos el calcio, afecta la calidad del cascarón. Se ha reportado que los incrementos de la temperatura generan la producción de hormonas de estrés que ocasiona retrasos en la ovoposición y puede generar huevos pálidos y sin cascara.
Así mismo la calidad de la yema y albúmina se ven afectados por la menor ingesta de alimentos.
Estrategias para mitigar el estrés calórico
– Adaptaciones del galpón para combatir el calor
- Ventilación: Consiste en remover el aire que ha permanecido por algún tiempo dentro del galpón. Otorgando oxigeno renovado, eliminar gases tóxicos, regular la temperatura y humedad del galpón,
- Microaspersores: Estos inyectan agua que al evaporarse disminuye la temperatura. Depende de la humedad del ambiente inicial y del tamaño de las gotas diseminadas.
- Orientación de los galpones: Los galpones en climas cálidos deben orientarse en dirección este-oeste para evitar la incidencia directa del sol sobre las aves.
Así mismo se han considerado alternativas como el tipo de protección en los galpones. Maldonado, (2002) evaluó el efecto de dos tipos de protección: aluminio y acerolit (estructuras a base de acero), obteniendo como resultado que el acerolit tuvo mayor efecto sobre la reducción de estrés calórico.
-Técnicas de manejo para minimizar el estrés
- Manejo de densidad: Es una de las más empleadas. Se trata de ajustar el número de aves por metro cuadrado según las condiciones ambientales. En condiciones de estrés térmico se recomiendan 6 a 7 pollos por metro cuadrado.
- Manejo de iluminación: Se busca extender las horas de consumo de alimento en las noches cuando es más fresco y así reducirlas en las horas más calurosas. Para ello se coloca iluminación artificial.
-Estrategias de alimentación en condiciones de calor
- Reducir el valor proteico de la dieta: Se ha observado que la adición de aminoácidos esenciales, permite que disminuya el calor producido al consumir alimentos que aportan mayor cantidad de aminoácidos de lo necesario. Preferiblemente el empleo de lisina y metionina.
- Consumo de agua: Es importante como un mecanismo de enfriamiento para las aves. Las aves beben hasta cuatro veces más a 38°C que a 21°C
Aporte de vitaminas: Vitamina C y E, ya que poseen propiedades antioxidantes. La vitamina C permite mantener las funciones metabólicas normales.
CONCLUSIÓN
En resumen, el estrés térmico es un desafío crítico en la producción avícola que puede afectar significativamente la productividad y el bienestar de las aves. La correcta gestión del entorno, la adopción de prácticas de manejo y nutrición adecuadas son esenciales para mitigar los efectos del calor.
Al proporcionar un entorno óptimo y monitorear constantemente las condiciones, los productores pueden asegurar la salud y el rendimiento de sus aves, manteniendo así la rentabilidad de su negocio.
Redactado por Edgar Huamán Director de Agromarketing Latam y Educagro
Fuente
- Nuñez López, P. E. (2023). Alternativas no nutricionales para reducir el estrés térmico en pollos de engorde.
- Ruiz, N. J. y Amaya G. (2015). Efecto del estrés calórico en aves de postura.
- Maldonado, B., Álvarez, R., Oliveros, I., y Machado, W. (2002). Efecto de dos tipos de coberturas de galpones sobre el estrés calórico en pollos de engorde durante la época seca. Revista Científica, 22(Supl 2), 491-493.